Las noches en lo personal son de meditacion, talvez por eso me gusta tanto. Me pierdo en el cielo, en las estrellas. El paisaje talvez es un tanto desolado, pero se pueden observar sobrevivientes y otros seres ya mas oscuros.
La noche que nunca olvidare, fue cuando bailabamos por Alameda, eramos jovenes y felices. Bailaba sobre tus pies mientras me abrazabas contra ti. Pisamos hojas secas, solo eramos dos en esa inmensa ciudad, era nuestra, nuestras vidas nos pertenecian.
Ya crecimos. Tomamos caminos diferentes, vivimos otras experiencias.
Te debo confesar que lo nuevo que experimente, me partio el corazon, ame mucho a un ser sin rostro ni olor.
Hoy sigo adelante, con la mente un poco mas fria. Y pienso en ti, solo te extraño como amigo y apoyo.
Ahora mi mente es aun mas alborotada, un tanto demente. Pero me guio a lo claro. Voy en ancho camino. Abriendo los ojos, limpiando mis ropas y sonriendo nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario